El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció en Nueva York la devastadora situación en Gaza tras un año de conflicto, calificándolo como una crisis «humanitaria, política, diplomática y moral» de gran magnitud. Guterres criticó la posible ilegalización de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) por parte del Parlamento israelí, alertando al primer ministro Benjamín Netanyahu sobre las implicaciones negativas de esta medida. Además, instó a la comunidad internacional a intensificar el apoyo financiero a Líbano para evitar una escalada del conflicto en la región, destacando que solo se ha recaudado un 12% de los 426 millones de dólares necesarios para la emergencia. Guterres concluyó haciendo un llamado urgente a un alto el fuego en Gaza y Líbano, la liberación de rehenes por parte de Hamás y el acceso de ayuda humanitaria a los palestinos.
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