El primer ministro británico, Keir Starmer, ha llamado a la calma y a un regreso a la diplomacia tras los recientes ataques israelíes contra infraestructuras y científicos nucleares en Irán. Starmer y el ministro de Exteriores, David Lammy, expresaron su preocupación por la escalada de tensiones en Oriente Medio, subrayando que esta situación no beneficia a ninguna de las partes involucradas. Ambas figuras políticas subrayaron la importancia de la moderación y la estabilidad en la región, instando a trabajar conjuntamente con aliados para reducir el conflicto. La estabilidad en Oriente Medio es considerada crucial para la seguridad global, según los líderes británicos.
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