Las recientes declaraciones de Donald Trump al confundir a España con un país del grupo BRICS han generado controversia. En el Despacho Oval, Trump afirmó erróneamente que España forma parte de BRICS, un grupo de economías emergentes integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y amenazó con imponer aranceles del 100% a estos, en un claro desliz diplomático. Esta confusión ocurre en el contexto de la creciente relevancia de BRICS, que recientemente amplió su número de miembros y actualmente representa un importante porcentaje del PIB global y la producción de petróleo. Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, busca romper su aislamiento internacional asistiendo a la cumbre anual del grupo en Kazán, donde ha recibido a varios líderes mundiales. La cumbre es vital para Rusia, dado el rechazo y sanciones por parte de Occidente tras la invasión de Ucrania. A pesar de no poder asistir a eventos internacionales en países que pueden arrestarle por órdenes de la CPI, Putin sigue buscando apoyo con el claro mensaje de que Rusia aún mantiene aliados en el escenario global.
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