En la Plaza de Bolívar de Bogotá, durante el Primero de Mayo, miles de personas se congregaron para escuchar al presidente Gustavo Petro, quien reafirmó su compromiso con una consulta popular destinada a mejorar los derechos laborales. Juan Carlos Garzón, un vendedor ambulante, expresó su descontento con el Congreso y su apoyo a Petro. Entre cantos de apoyo al mandatario, la jornada estuvo impregnada de un fuerte simbolismo, especialmente con la presencia de la espada de Simón Bolívar. A pesar de no unirse a la marcha, Petro logró movilizar a sus bases, demostrando su capacidad para generar respaldo en un contexto de descontento con la oposición. Mientras, grupos conmemoraban la muerte de jóvenes a manos del desmantelado Esmad, recordando que el Día del Trabajo trasciende el debate sobre Petro y su propuesta de consulta.
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