La aviación rusa ha intensificado sus ataques en las cercanías del frente, empleando bombas guiadas para destruir localidades que aún albergan población civil. Esta táctica, que parece dirigida a desalojar cualquier presencia humana, ha generado alarma internacional y llamado la atención sobre el impacto humanitario del conflicto. Las operaciones se centran en áreas estratégicas, provocando un desplazamiento masivo de personas y aumentando las tensiones en la región.
Leer noticia completa en El Mundo.