Las celebraciones de Año Nuevo en Nueva Orleans se tiñeron de luto cuando un vehículo embistió a una multitud en las céntricas calles de Canal y Bourbon, causando al menos 10 muertos y 30 heridos. Las autoridades tratan el suceso, ocurrido a las 3:15 a.m., como un acto intencionado, y la alcaldesa LaToya Cantrell lo ha calificado de «ataque terrorista». El FBI liderará la investigación del incidente, tras el cual el atacante disparó contra agentes de policía, hiriendo a dos. Ante la gravedad del evento, decenas de servicios de emergencia se desplegaron en el lugar. El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, ha llamado a la oración por las víctimas y ha instado a evitar la zona afectada.
Leer noticia completa en El Pais.