Al menos 10 personas murieron y 30 resultaron heridas en Nueva Orleans cuando un camión embistió a una multitud en Bourbon Street durante las festividades de Año Nuevo. Tras el choque, el conductor, que vestía armadura y portaba un rifle de asalto, comenzó a disparar, según testigos. La policía respondió al ataque y se reportaron intercambios de disparos. La alcaldesa LaToya Cantrell y la policía local indicaron que el caso está bajo investigación, ahora a cargo del FBI, mientras que se descartó que se trate de un acto terrorista. Las autoridades encontraron artefactos explosivos improvisados en el lugar, cuya viabilidad se está analizando, y mantienen a la Casa Blanca informada.
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