La ministra de Salud, Irena Hristic, confirmó que el atacante superaba los 18 años de edad, aunque los medios de comunicación indicaron que tenía 19 años. Este detalle sobre la edad del agresor ha sido destacado en los informes relacionados con el incidente, subrayando la importancia de una verificación precisa de la información en situaciones críticas. El caso ha captado la atención pública, amplificando el debate sobre la necesidad de gestionar y comunicar datos oficiales de manera clara y verificada.
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