En España, el incremento de la edad de jubilación ha convertido en obsoleto el retiro a los 65 años, reflejando una tendencia similar en otros países. Un caso notorio en Estados Unidos involucra a una mujer de Luisiana, quien tras más de dos décadas en J&M Industries, fue despedida tras expresar su deseo de seguir trabajando más allá de los 65. Aunque la empresa lo justificó por reestructuración económica, la llegada de un empleado más joven desató sospechas de discriminación por edad. La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) intervino, considerándolo un caso evidente de despido injusto por edad. El tribunal falló a favor de la extrabajadora, ordenando a la empresa pagarle 105,000 dólares y adoptar medidas contra la discriminación. El caso subraya que, a pesar de poder acceder a la pensión a los 65, no se debe imponer la jubilación, protegiendo el derecho a continuar trabajando y destacando la importancia del talento senior.
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