En una controvertida reunión en Quantico, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha promovido una transformación del Ejército hacia una imagen más rígida y masculina, evocando al «sargento de hierro» de Clint Eastwood. Hegseth, sin una extensa experiencia militar, aboga por altos estándares de masculinidad y disciplina física, dejando de lado la formación tecnológica esencial en tiempos modernos. El presidente Donald Trump apoya esta visión, sugiriendo que las ciudades opositoras sirvan como campos de entrenamiento militar contra lo que denomina «invasión desde dentro». Esta postura ha generado preocupación entre altos mandos militares, quienes temen un desvío de las verdaderas amenazas globales y critican la politización de las Fuerzas Armadas, hasta ahora neutrales en cuestiones ideológicas.
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