El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca intensificar sus esfuerzos por la paz tras su regreso a la Casa Blanca, viajando a Israel y Egipto para consolidar su plan de paz en Gaza y expresando su intención de mediar en la guerra en Ucrania. Durante su vuelo, Trump sugirió que podría advertir al presidente ruso, Vladímir Putin, sobre el posible envío de misiles Tomahawk a Kiev si no cesa el conflicto en Ucrania. Esta estrategia forma parte de un intento más amplio de usar el lenguaje armamentista para imponer su agenda, similar a su enfoque con Irán. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha elogiado los recientes avances diplomáticos en Gaza y mostró optimismo de que el mismo espíritu pueda aplicarse a Ucrania. La alta representante de la UE, Kaja Kallas, anunció una ayuda financiera significativa para apoyar a Ucrania y responsabilizar a Rusia por crímenes de guerra. Mientras tanto, la Casa Blanca mantiene una comunicación abierta con Moscú, lo que ha llevado a la repatriación de niños ucranios trasladados forzosamente a Rusia.
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