El gobierno de Estados Unidos ha implementado una medida destinada a disminuir los costes asociados a una variedad de productos tecnológicos populares. Esta acción busca aliviar el impacto económico en los consumidores estadounidenses, facilitando el acceso a dispositivos que se han convertido en esenciales en la vida moderna. La reducción de costes cobija a artículos de alta demanda, lo que podría influir positivamente en el mercado y fomentar un incremento en las compras de tecnología, fundamental para el desarrollo y la competitividad del país en el ámbito global.
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