El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha conformado rápidamente su gabinete, priorizando figuras conocidas de la televisión y del ámbito empresarial en lugar de administradores experimentados. En un movimiento que destaca por la ausencia de ideología común entre sus miembros, Trump ha incorporado a personalidades como Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas antivacunas, y el magnate de Wall Street, Scott Bessent, quien será el secretario del Tesoro. Destaca también la designación de megadonantes de su campaña en puestos clave. Esta estrategia parece diseñada para atraer la atención mediática y promover su agenda, a pesar de las diferencias ideológicas internas y las críticas que algunos nominados han expresado previamente hacia las instituciones que ahora encabezarán. Los nombramientos, sin embargo, dependen de la confirmación del Senado en enero.
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