En la esperada cumbre en Anchorage, Donald Trump y Vladimir Putin se reunieron, aunque no llegaron a un acuerdo concreto sobre Ucrania. Ambos líderes expresaron optimismo sobre futuras conversaciones. Trump calificó el encuentro de “extremadamente productivo” pero enfatizó que no hay acuerdo hasta que se formalice. Putin destacó la cercanía cultural entre ambas naciones. A pesar de los gestos conciliadores, ninguna pregunta de la prensa fue permitida. Zelenski y líderes europeos esperan detalles sobre posibles avances hacia la paz, y se discuten alternativas para una cumbre trilateral. La reunión ha sido seguida de intensos contactos diplomáticos en Europa, buscando incluir a Ucrania activamente en cualquier negociación. El Kremlin demanda garantías sobre la no adhesión de Ucrania a la OTAN y el cese del apoyo armamentístico occidental como parte de un posible alto el fuego. Ucrania, firme en su rechazo, resiste la cesión de territorios clave.
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