El próximo 20 de enero, Donald Trump se convertirá en el primer presidente electo con antecedentes penales en asumir la presidencia de Estados Unidos, tras ser declarado culpable por 34 delitos relacionados con el caso Stormy Daniels. El juez Juan Merchan sentenciará a Trump el 10 de enero, aunque ya ha indicado que no lo encarcelará, optando por una exención incondicional de la condena. Esta decisión alude a preocupaciones sobre la inmunidad presidencial y facilita las futuras apelaciones del expresidente. Trump, manteniendo su retórica habitual, calificó el proceso como una “caza de brujas” y criticó al juez Merchan. Su estrategia legal se ha enfocado en dilatar los procesos judiciales, logrando evitar el juicio en otros casos penales. En este caso, sus intentos de revocar la condena basándose en la inmunidad presidencial fueron rechazados, y se le permitirá comparecer virtualmente para evitar la humillación de una audiencia presencial. La sentencia no será definitiva y los abogados de Trump pueden recurrirla.
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