El gobierno de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, ha anunciado la expulsión de todo el personal transgénero del ejército en un plazo de 30 días, salvo aquellos que reciban un permiso especial según la nueva política del Pentágono que se enfoca en el «interés gubernamental». El Departamento de Defensa declaró que los militares diagnosticados con disforia de género serán retirados del servicio, aunque se considerarán exenciones para quienes cumplan ciertos requisitos, como demostrar 36 meses de estabilidad y adherirse a estándares de su sexo asignado. Esta medida es parte de la campaña de Trump para desmantelar políticas «woke», más estricta que su mandato anterior cuando permitía que los soldados trans ya enlistados permanecieran en servicio. Además, se han suspendido tratamientos médicos de transición de género y mujeres trans condenadas han sido trasladadas a prisiones masculinas, según un decreto amplio firmado por Trump el 20 de enero.
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