El presidente se ha distanciado de la decisión tomada por el Pentágono, que argumentó dificultades de stock en las baterías antiaéreas, y ha expresado su descontento señalando que considera la situación «horrible» y su desagrado con el presidente Putin. Esta declaración se produce en un contexto de crecientes tensiones internacionales, subrayando su desacuerdo con las medidas implementadas por el Departamento de Defensa.
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