El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decretado un aumento del 100 % en los aranceles sobre productos chinos desde el 1 de noviembre, en represalia a las restricciones de Pekín sobre la exportación de tierras raras, esenciales para tecnología militar y electrónica. Trump calificó las medidas de China como «siniestras y hostiles» y también anunció controles sobre exportaciones de software chino. Estas acciones elevan las tensiones comerciales y provocaron caídas en los mercados bursátiles de EE. UU., con el S&P 500, Nasdaq y Dow Jones registrando pérdidas significativas. Las medidas chinas, que comenzarán el 1 de diciembre, fortalecen su control sobre el comercio de minerales clave, afectando a firmas como Nvidia y Apple. La escalada termina con una breve tregua, subrayando la rivalidad económica entre ambas potencias.
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