El incremento del 50% en la cifra, que triplica lo vigente desde abril, se presenta como una táctica para ejercer presión sobre Bruselas. El objetivo es lograr, en los próximos días, un acuerdo comercial que resulte menos perjudicial, en medio de tensiones y negociaciones clave que podrían definir el futuro económico entre las partes implicadas.
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