La administración de Donald Trump continúa avanzando en su estrategia de aranceles, ahora dirigiendo la atención hacia los productos farmacéuticos y los microprocesadores, sectores que hasta ahora habían estado exentos de tasas impositivas. El Departamento de Comercio ha iniciado investigaciones para evaluar el impacto de estas importaciones en la seguridad nacional, un movimiento que podría culminar con la imposición de nuevos aranceles, siguiendo el procedimiento de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. Con un plazo de consulta de 21 días, el gobierno busca evaluar la capacidad de producción nacional y los riesgos asociados al suministro extranjero. Aunque Estados Unidos solo produce una fracción de los semiconductores a nivel mundial, la administración Biden ha incentivado inversión para aumentar la fabricación nacional. Por otro lado, las farmacéuticas advierten que los aranceles podrían causar escasez de medicamentos y ya están incrementando inversiones en el país para mitigar posibles impactos. Estas acciones reflejan el interés de Washington en reducir su dependencia de las importaciones y fortalecer la producción industrial interna.
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