En su retorno a la Casa Blanca, Donald Trump asume la presidencia de Estados Unidos con un marcado discurso contra el «establishment» y una actitud desafiante en política exterior. Su administración planea imponer fuertes aranceles a productos chinos, buscando alterar el equilibrio comercial global, y ha declarado emergencia migratoria en la frontera con México. Durante su toma de posesión, Trump fue acompañado por figuras influyentes como Elon Musk y líderes populistas internacionales, revelando una estrategia de acción directa en el ámbito mundial. Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, emerge como un potencial puente entre EE. UU. y la Unión Europea, ámbito donde Trump también busca ajustar relaciones. En el marco de este complejo tablero geopolítico, la expectativa está en cómo gestionará su relación con potencias como China y sus nexos comerciales, mientras promueve su agenda interna y sus visiones sobre el lugar de EE. UU. en el mundo.
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