El presidente de Estados Unidos realizó una visita a una comisaría en Anacostia, uno de los vecindarios más afectados por la criminalidad en Washington D.C., a solo cuatro millas de la Casa Blanca. La visita subraya la preocupación de la administración sobre los índices de delincuencia y refuerza el compromiso gubernamental con la seguridad en áreas vulnerables. El mandatario se reunió con oficiales para discutir estrategias de reducción del crimen y fomentar el apoyo comunitario, destacando la importancia de una colaboración estrecha entre las autoridades y los residentes locales.
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