El presidente de Estados Unidos ha expresado su apoyo a que la OTAN tome medidas decisivas contra cualquier incursión de aeronaves rusas en su espacio aéreo, incluyendo la posibilidad de derribarlas si es necesario. Esta declaración subraya la creciente tensión entre Occidente y Rusia, en medio de preocupaciones por la seguridad aérea y la soberanía territorial. La posición norteamericana busca reforzar la unidad en la alianza atlántica y enviar un mensaje claro a Moscú sobre las posibles consecuencias de violaciones aéreas.
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