En un anuncio que sacudió la política internacional, el presidente estadounidense Donald Trump presentó un controvertido plan para la Franja de Gaza, prometiendo que Estados Unidos tomará control del territorio, lo reconstruirá y lo convertirá en la «Riviera de Oriente Próximo». La medida, que implica el desalojo permanente de los habitantes de Gaza hacia países como Egipto y Jordania, fue respaldada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Este plan ha generado un rechazo generalizado en el mundo árabe y contradice resoluciones de la ONU y el derecho internacional. Trump argumenta que su enfoque es el único que garantizará paz y seguridad en la región, rompiendo con décadas de política estadounidense que buscaban la solución de los dos Estados. Mientras tanto, las negociaciones sobre la paz en Gaza y el programa nuclear de Irán continúan siendo temas críticos en la agenda de Estados Unidos e Israel, con la renovada presión sobre Teherán amenazando con exacerbar las tensiones en Oriente Próximo.
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