El presidente estadounidense Donald Trump asistió a una cena de Estado en el castillo de Windsor ofrecida por Carlos III, calificada por Trump como “uno de los mayores honores” de su vida. Sin embargo, este jueves enfrenta desafíos políticos en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico, Keir Starmer, abordando temas delicados como el caso Epstein y la situación en Gaza. Trump fue recibido con pompa en Chequers, donde Starmer destacó la cultura británica, incluyendo una colección de objetos de Winston Churchill. Antes de la conferencia, lideraron una reunión con gigantes tecnológicos para posibles acuerdos de inversión. A pesar del éxito ceremonial, se espera que asuntos como el reconocimiento del Estado palestino generen tensión. Las protestas ciudadanas se mantuvieron alejadas durante la visita, pero se anticipa que cualquier comentario de Trump sobre temas como inmigración o la energía eólica podría complicar la misión diplomática británica.
Leer noticia completa en El Pais.