En Polonia, el gobierno de Donald Tusk ha declarado a las principales cadenas de televisión, TVN y Polsat, como «de interés estratégico» para protegerlas de posibles adquisiciones extranjeras que amenacen la seguridad nacional y el pluralismo mediático, una medida aplaudida por el embajador de Estados Unidos en Varsovia, Mark Brzezinski. Este paso busca salvaguardar la independencia de medios cruciales para la democracia polaca, en un contexto donde TVN y Polsat enfrentan dificultades económicas y rumores de compra por parte de capitales húngaros. La medida plantea interrogantes sobre el futuro de estos medios y sus implicaciones en el contexto de la guerra híbrida y la intervención extranjera.
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