Líderes religiosos y jefes de iglesias en Jerusalén condenaron el ataque israelí contra la Iglesia católica de la Sagrada Familia en Gaza, donde murieron tres personas, y solicitaron el fin inmediato de la guerra y el sufrimiento en el territorio. En su comunicado, los patriarcas armenios y greco ortodoxos llamaron a líderes mundiales y a las Naciones Unidas a mediar por un alto el fuego. La iglesia albergaba a casi 400 desplazados, incluyendo niños y personas con necesidades especiales. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó su pesar por el incidente, calificándolo de «tragedia», tras hablar con el presidente estadounidense. Desde el inicio de la ofensiva el 7 de octubre, al menos 58,667 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Sanidad del enclave.
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