El conflicto árabe-israelí vuelve a intensificarse con nuevas tensiones y enfrentamientos en Oriente Próximo. Las últimas actualizaciones evidencian un aumento en las hostilidades, afectando a civiles y complicando los esfuerzos diplomáticos en la región. Mientras las partes enfrentadas buscan apoyo internacional, la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la situación.
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