El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que un niño falleció debido a la interrupción de la atención médica tras un bombardeo israelí al Hospital al Ahli Bautista en Gaza, dejando al centro de salud fuera de servicio. Durante el ataque, instalaciones como la sala de urgencias y el laboratorio fueron destruidas, lo que obligó a trasladar a 50 pacientes y dejó a 40 pacientes críticos sin poder ser evacuados. Israel justificó el ataque afirmando que Hamás usaba el hospital como base de operaciones, mientras que la organización palestina lo negó. El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino condenó el ataque, recordando que Israel ha dejado inoperativos 34 hospitales en Gaza y han bloqueado la entrada de suministros esenciales desde marzo.
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