En un reciente foro en Singapur, Wei Shaojun, un destacado representante del sector de semiconductores en China, sugirió que China y otros países asiáticos reconsideren su dependencia de las GPU de Nvidia para el desarrollo de inteligencia artificial (IA). Según Wei, la actual estrategia, que replica el modelo norteamericano de uso de GPU de propósito general de compañías como Nvidia y AMD, podría ser un riesgo estratégico a largo plazo.
Durante su intervención, Wei criticó el camino seguido por muchos en Asia al imitar la hoja de ruta estadounidense, que depende en gran medida de la tecnología de Nvidia para impulsar modelos de IA como ChatGPT. Esta dependencia, argumenta, obstaculiza la creación de un ecosistema autónomo y ralentiza el desarrollo de innovaciones locales en ambos algoritmos y hardware de cómputo.
El dominio de Nvidia en el mundo de la inteligencia artificial no es novedad. La compañía ha logrado consolidar su posición de liderazgo gracias a sus innovaciones en Tensor Cores, formatos de precisión mixta y un robusto ecosistema de software. Además, sus modernas arquitecturas están perfectamente diseñadas para manejar cargas de trabajo de IA, lo que ha impulsado una adopción masiva entre proveedores cloud y fabricantes OEM.
Wei propuso un enfoque diferente, sugiriendo una mayor inversión en ASICs de propósito específico y desarrollos locales que reduzcan la dependencia de las soluciones de Nvidia. Esta postura forma parte de un esfuerzo más amplio de China por conseguir independencia tecnológica en sectores críticos, particularmente en un contexto de restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos.
La propuesta de Wei busca motivar a Asia a establecer una soberanía tecnológica más clara, disminuyendo la dependencia de hardware extranjero. Sin embargo, aunque la industria de semiconductores en Asia está explorando alternativas, dichas soluciones aún no han alcanzado una madurez suficiente para competir al nivel de las GPU de Nvidia.
En resumen, la intervención de Wei Shaojun no solo alerta de los posibles riesgos de depender excesivamente de tecnología extranjera, sino que también hace un llamado a la innovación local y al desarrollo de un camino propio en IA, alineándose con la estrategia de China de fortalecer su independencia tecnológica en sectores clave.
