Edmundo González Urrutia, exiliado en España tras las elecciones presidenciales en Venezuela, sigue siendo objeto de la presión del gobierno de Nicolás Maduro. El fiscal general Tarek William Saab ha reactivado una solicitud de alerta roja a Interpol contra el político, quien asegura que esta es una represalia por su labor internacional denunciando el supuesto fraude electoral y promoviendo el deseo de cambio del pueblo venezolano. Aunque su salida de Venezuela fue resultado de una negociación con altos funcionarios del gobierno, González Urrutia permanece firme en su intención de regresar el 10 de enero para asumir el cargo presidencial, un movimiento que podría enfrentar la oposición frontal del chavismo y generaría reacciones internacionales. Diosdado Cabello, figura prominente del régimen, ha emitido amenazas directas en caso de su regreso, incrementando la tensión en el ya complicado panorama político del país.
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