Un motín violento en el Centro de Readaptación Social de Tuxpan, Veracruz, dejó siete reos muertos y once heridos, según la Secretaría de Seguridad Pública estatal. La revuelta, desencadenada por protestas contra extorsiones y agresiones del grupo delictivo Sombra, llevó a los presos a enfrentarse y prender fuego en el penal, reteniendo su control por más de doce horas. El Gobierno envió fuerzas militares y de la Guardia Nacional, junto con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para restablecer el orden y controlar los incendios. Tres internos fueron reubicados en el CERESO de Pánuco. Este incidente se suma a una serie de actos violentos en la región, incluyendo el ataque a un taxista y el secuestro y asesinato de una maestra jubilada, reflejando el clima de inseguridad alimentado por extorsiones y acciones del crimen organizado.
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