En los últimos años, cada vez más españoles han optado por emigrar tras jubilarse en busca de un costo de vida más bajo y un entorno paradisiaco. Tailandia se ha convertido en un destino preferido para estos pensionistas, ofreciendo playas espectaculares, atención médica de calidad y una vida de lujo por unos 600 euros al mes. Ciudades como Bangkok y Chiang Mai son populares debido a sus bajos costos de vivienda, alimentación accesible y la posibilidad de disfrutar de un ocio asequible. Los trámites para mudarse incluyen obtener el visado Non-immigrant visa O-A, que requiere demostrar una pensión de al menos 1.700 euros mensuales, entre otros requisitos. Esta nueva tendencia permite a los jubilados españoles no solo vivir cómodamente, sino también ahorrar y aprovechar rentas adicionales al alquilar propiedades en España.
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