El Ayuntamiento de Alicante ha solicitado a las Cortes Valencianas que la ciudad sea reconocida como de predominio lingüístico castellano, una medida impulsada por Vox que carece de efectos prácticos. Aunque la convivencia entre el castellano y el valenciano en Alicante ha sido pacífica, Vox busca capitalizar el tema para avivar tensiones. La alianza con el Partido Popular respalda la propuesta, pero el interés principal parece ser el de alimentar un discurso nacional. La oposición ha permanecido discreta, sin lograr que sus argumentos influyan significativamente en la ciudadanía. Mientras tanto, algunas entidades cívicas han expresado su desacuerdo con cartas bien argumentadas. La oposición planea recurrir a la vía contencioso-administrativa para impugnar el acuerdo.
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