En las elecciones de Países Bajos, el Partido de la Libertad (PVV) de Geert Wilders lidera las encuestas con alrededor del 20% de los votos, aunque aún le falta para alcanzar la mayoría necesaria en el Parlamento. La fragmentación política, con más de 16 partidos esperando escaños, apunta a la necesidad de formar coaliciones, una tarea compleja dada la posible exclusión del PVV por parte de otros partidos. A pesar de ser el partido más votado, el PVV enfrenta dificultades para gobernar debido a su retórica antiinmigración y la falta de apoyo estable. Paralelamente, partidos como D66 y GroenLinks/PvdA ganan terreno por su enfoque en crisis como la falta de vivienda. La política holandesa enfrenta un reto de estabilidad en un contexto de creciente influencia de la extrema derecha.
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