El atletismo inaugurará una nueva etapa en septiembre con la implementación de un reglamento que exige a las atletas pasar una prueba genética para confirmar su sexo biológico. Este cambio se aplicará en el Mundial de Tokio, programado del 13 al 21 de septiembre, y busca garantizar la equidad en el deporte femenino. World Athletics, encabezada por Sebastian Coe, considera fundamental este procedimiento basado en la identificación del gen SRY en el cromosoma Y. Las pruebas, con un costo de 100 euros, serán confidenciales y sufragadas parcialmente por el organismo. Las atletas con resultados positivos podrán competir en pruebas masculinas no puntuables. La medida tiene el respaldo de las federaciones nacionales, resaltando la importancia de ser biológicamente mujer para competir en categorías femeninas.
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