Xiaomi está consolidando su posición en el mercado tecnológico con la creación de un departamento especializado en el desarrollo de sus propios chips, en un esfuerzo por asegurar la autosuficiencia y mejorar su competitividad. La decisión responde a un contexto de encarecimiento de los semiconductores suministrados por Qualcomm y MediaTek, dos de los gigantes del sector, debido a tecnologías de litografía más avanzadas. Ahora, con la vista puesta en el futuro, la compañía china busca reducir su dependencia de estas empresas y posicionarse como un referente en innovación tecnológica.
La nueva unidad, denominada formalmente Departamento de Plataforma de Chips, estará encabezada por Qin Muyun, quien anteriormente se desempeñó como alto cargo en Qualcomm. La elección de Muyun no es arbitraria; su experiencia en la dirección de productos y marketing de Qualcomm aportará un conocimiento invaluable al proceso de diseño y producción de chips, que ahora será supervisado directamente por el CEO, Lei Jun.
En el horizonte cercano, Xiaomi planea lanzar un chip de 4 nanómetros con arquitectura ARM, similar en desempeño al Snapdragon 8 Gen 1, lo que le permitirá ganar experiencia en la integración de estos componentes avanzados. Sin embargo, el proyecto más ambicioso es el desarrollo de un SoC de 3 nm, que ya ha superado la fase de tape-out. Este avance, aún por oficializarse, podría materializarse en un dispositivo concreto: el Xiaomi 15S Pro, que sería el primer smartphone de la marca con un chip diseñado internamente.
Desde 2017, Xiaomi ha venido acumulando conocimientos en la fabricación de semiconductores, tras la introducción del Surge S1 y otros chips específicos para imágenes, carga rápida y gestión energética. Estos esfuerzos han sido fundamentales para establecer una base sólida que la empresa ahora busca expandir significativamente.
El desarrollo de chips propios no solo se vislumbra como una medida para aminorar costos, sino como una herramienta estratégica para mejorar la integración entre hardware y software en sus productos. Además, ofrece a Xiaomi la capacidad de adaptarse más ágilmente a las restricciones comerciales internacionales, una consideración relevante en el actual clima geopolítico.
Esta iniciativa también se alinea con las metas del gobierno chino de fortalecer su industria doméstica de semiconductores. Es un paso decisivo en la búsqueda de soberanía tecnológica que aspira a desplazar la dependencia de proveedores extranjeros en sectores clave.
A medida que Xiaomi avanza en esta nueva fase, el mercado global observa de cerca. Se espera que los frutos de esta estrategia comiencen a ser evidentes en 2025, momento en el cual Xiaomi podría emerger como un jugador relevante en la industria global de semiconductores móviles. Con esta apuesta, la compañía no solo pretende asegurar su posición frente a otros fabricantes de dispositivos, sino también trazar nuevos horizontes en la carrera tecnológica mundial.