La reciente declaración de la ministra Igualdad, Irene Montero, en el Parlamento ha reavivado tensiones, recordando episodios históricos de violencia política en España. La derecha critica la retórica de la izquierda, acusándola de fomentar odio y manipulación en las escuelas y medios. En el contexto actual, se señala un clima de hostilidad similar al del pasado, cuando líderes opositores fueron amenazados o peor. El artículo sugiere que la izquierda, al prever una posible pérdida de poder, podría intensificar acciones para mantener su influencia. Se hace referencia a la historia política española para destacar estas alegaciones y se advierte sobre turbulencias futuras.
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