En el contexto de la creciente escasez de direcciones IPv4, Zegona, la empresa propietaria de Vodafone España, ha capitalizado una estrategia efectiva para obtener liquidez: la venta de parte de sus bloques históricos de direcciones IP. Estas direcciones, en gran parte provenientes de las adquisiciones de ONO y Airtel, han sido vendidas a través de 32 operaciones desde julio, sumando un total de 282,800 direcciones. Los compradores varían desde gigantes del cloud en Estados Unidos hasta operadores regionales en España.
Este mercado secundario de direcciones IPv4 ha visto cómo los precios incrementan debido a la constante demanda y la limitada oferta. En promedio, el precio por IP asciende a alrededor de 30 dólares, lo que ha generado ingresos estimados en 7,2 millones de euros para Zegona. La venta más destacada fue la de un bloque de 131,072 direcciones a TerraTransit AG. Sin embargo, no es una práctica aislada en el país; otras instituciones, como la Cambra de Barcelona, han realizado transacciones similares, vendiendo direcciones a empresas como Amazon.
El fenómeno refleja la disparidad tecnológica en España, donde solo un 10,85% del tráfico emplea IPv6. A pesar del auge de tecnologías que promuevan la transición a IPv6, el mercado sigue recompensando a aquellos con grandes reservas de direcciones IPv4. Vodafone España, por su parte, aún cuenta con un vasto inventario de casi 6 millones de direcciones.
En este contexto, la implementación de tecnologías como CG-NAT permite a las operadoras manejar la escasez de IPv4 al compartir una dirección entre múltiples clientes. Aunque esto ahorra recursos, complica las conexiones entrantes y afecta a ciertos servicios como los juegos online y la domótica. Para algunos usuarios, solicitar una IP pública se convierte en una necesidad.
Mientras tanto, las señales de progreso hacia IPv6 emergen, especialmente en redes móviles y servicios en la nube. Las grandes plataformas tecnológicas promueven la adopción de IPv6 nativo, y las herramientas de transición, como NAT64 y 464XLAT, facilitan su implementación. Sin embargo, para lograr una adopción completa, se requiere que los nuevos servicios nazcan bajo IPv6 primero.
La sostenibilidad de la estrategia de venta de IPv4 dependerá de su gestión cuidadosa. A corto plazo, se presenta como una solución eficaz para obtener liquidez. A medio y largo plazo, el verdadero desafío será adaptarse a las exigencias de eficiencia, cumplimiento e integración que IPv6 demandará, garantizando así un equilibrio entre operación y modernización tecnológica.