El Gobierno español ha propuesto reformar el acceso al alto funcionariado, sugiriendo que en lugar del sistema tradicional de oposiciones, los aspirantes realicen un máster de dos años en instituciones administrativas, seguido de un examen final para obtener su plaza. Esta medida ha despertado críticas de los funcionarios, quienes la consideran menos equitativa y transparente que el método actual. En Europa, los métodos de acceso varían; por ejemplo, en la UE se requiere conocimiento de al menos dos lenguas oficiales, en Italia y Francia existen escuelas especializadas para formar altos cargos, y en el Reino Unido, el sistema es más flexible pero menos seguro laboralmente para los servidores civiles. Alemania, por su parte, ofrece múltiples vías de acceso de acuerdo con su estructura federal.
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