El PNV celebró en París la devolución del edificio donde estuvo el Gobierno Vasco en el exilio, describiéndola como un acto de justicia y reparación de memoria. La recuperación fue posible gracias a la ley de Memoria Democrática, pese a las objeciones del PP y Vox, a los que el PNV acusó de actuar como herederos del franquismo. El acto contó con numerosos representantes políticos y familiares históricos, y se destacó la placa en homenaje al exilio. El inmueble, adquirido en 1936 por patriotas vascos, fue incautado por nazis y franquistas antes de ser finalmente devuelto al partido. La ceremonia subrayó la resistencia y los valores democráticos asociados al edificio, mientras el líder del PNV, Aitor Esteban, criticó las posiciones actuales de algunos países en cuestiones internacionales, abogando por un futuro de compromiso democrático.
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