La comunidad afgana enfrenta un profundo desencanto tras tres años de gobierno talibán, caracterizados por violaciones sistemáticas de derechos humanos, especialmente contra mujeres y niñas. Amnistía Internacional señala la inacción de la comunidad internacional ante estas atrocidades. La reinstauración de la sharia ha llevado a la eliminación del sistema judicial formal, sustituyéndose por castigos corporales y ejecuciones públicas. Las mujeres han perdido casi todas sus libertades y derechos, viéndose invisibilizadas y sin oportunidades laborales. Activistas y defensores de derechos humanos han sido perseguidos, encarcelados o forzados al exilio, donde también enfrentan dificultades y exclusión. La respuesta global ha sido insuficiente, permitiendo que los talibanes actúen con impunidad y socavando los principios de derechos humanos a nivel mundial. La comunidad afgana clama por una acción urgente y efectiva.
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