Alaa Abd El Fattah, el emblemático activista egipcio, ha sido finalmente liberado tras seis años en prisión. El presidente Abdel Fattah al-Sisi otorgó un indulto el 22 de septiembre, permitiendo que Alaa regrese a casa con su familia en El Cairo. Un emotivo video compartido por la BBC mostró a Alaa reunido con su madre, Laila, y su hermana, Sanaa, celebrando su libertad.
Mona Seif, otra de sus hermanas, expresó su alegría en la red social X, describiendo el día como «excepcionalmente amable». Alaa ha pasado la mayor parte de la última década tras las rejas, a menudo acusado por sus opiniones políticas. En 2014, fue arrestado bajo cargos de violación de la ley de protestas y agresión a un oficial de policía, lo que le valió una condena inicial de quince años, posteriormente reducida a cinco tras un nuevo juicio en 2015.
En 2019, a pesar de ser liberado, enfrentó restricciones severas, incluyendo pasar cada noche en una comisaría. Poco después, fue arrestado nuevamente en una redada de activistas, bajo cargos de difundir noticias falsas. Las autoridades egipcias prolongaron su detención en contradicción con leyes internacionales, estimando su liberación para enero de 2027.
Durante su encarcelamiento, Alaa experimentó condiciones inhumanas. Amnistía Internacional informó sobre la negación del acceso a servicios básicos y su salud se convirtió en una preocupación constante. Su madre, Laila Soueif, lideró una huelga de hambre de 287 días, ejerciendo presión internacional significativa para su liberación.
El caso de Alaa atrajo un apoyo global, con organizaciones de derechos humanos, parlamentarios británicos y el Grupo de Trabajo de la ONU demandando su liberación. La presión internacional fue decisiva para su liberación.
La libertad de Alaa es un alivio para su familia y sus defensores. No obstante, se enfatiza la necesidad de permitirle reunirse con su hijo Khaled en el Reino Unido y seguir luchando por la liberación de otros encarcelados por expresar sus opiniones.
