Desde Varsovia, el Triángulo de Weimar, compuesto por Alemania, Francia y Polonia, ha reafirmado su unidad frente a Rusia, tras la violación del espacio aéreo polaco por drones rusos el 10 de septiembre. El ministro polaco de Exteriores, Radosław Sikorski, calificó este acto como una provocación deliberada, enfatizando el error ruso al intentar dividir a Europa. Los aviones de defensa polacos, holandeses, italianos y alemanes derribaron los drones, resaltando las carencias y el costo de defensa ante estos ataques. En el Warsaw Security Forum, el primer ministro polaco Donald Tusk urgió a Europa a reconocer que enfrenta una nueva forma de guerra. En respuesta, el Triángulo de Weimar reitera su compromiso de apoyo a Ucrania y de defensa colectiva dentro de la OTAN, mientras Rusia se enfrenta a un creciente aislamiento político, económico y militar.
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