La esperada comparecencia de Lyle y Erik Menéndez en la corte de Van Nuys, California, se realizó este lunes mediante una conexión telefónica debido a problemas técnicos con la videoconferencia. Esta fue la primera cita pública de los hermanos en 28 años. El juez Michael Jesic decidió posponer para finales de enero la audiencia crucial que se anticipaba para diciembre, la cual podría decidir sobre su posible liberación. Los hermanos Menéndez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989, buscan una nueva sentencia basándose en presuntas nuevas pruebas de abusos previos por parte de su padre, José Menéndez. Entre las pruebas presentadas están cartas que describen los abusos y el testimonio de un exintegrante de la banda Menudo, quien también acusó a José Menéndez de abuso sexual. Nathan Hochman, el nuevo fiscal de Los Ángeles, ha mostrado interés en revaluar el caso. La defensa sostiene que los hermanos han sido rehabilitados y que merecen una revisión justa del caso.
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