El Tribunal de Cuentas y una firma de auditoría han aclarado que no están en condiciones de detectar una posible Caja B. Esta declaración llega después de que Ferraz los utilizara como respaldo de transparencia contable. La afirmación subraya las limitaciones en la capacidad de estas instituciones para identificar irregularidades financieras específicas, a pesar de ser considerados por algunos como garantes de la limpieza en la gestión económica.
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