Los últimos test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea revelan que la banca española muestra una notable solidez en un hipotético escenario económico adverso, con un consumo de capital de solo 180 puntos básicos, mucho menor que la media europea de 304. Solo los bancos italianos presentan mejores cifras. Bankinter sobresale entre las entidades españolas, con una ligera reducción de su ratio de capital, mientras que otras como Unicaja y Sabadell muestran mayores pérdidas. Estos ejercicios, esenciales para evaluar la resiliencia financiera, son usados por el Banco Central Europeo para ajustar los requerimientos de capital. La metodología del test ha generado algunas tensiones entre las instituciones y los supervisores, que podrían llevar a inspecciones para asegurar la exactitud de los informes.
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