La dimisión de la titular de Transición Ecológica se ha convertido en una estrategia clave para mitigar las tensiones dentro del delicado gobierno de coalición del Principado. Esta decisión pretende ser un cortafuegos que evite el aumento de fricciones internas y refuerce la estabilidad del ejecutivo. La marcha busca prevenir la erosión de las relaciones entre los partidos que conforman la alianza, en un momento en que las diferencias políticas amenazan con desestabilizar la gobernanza regional. Con esta medida, el gobierno intenta enviar una señal de unidad y compromiso con la gestión compartida, lejos de las disputas que podrían poner en riesgo el delicado equilibrio político actual.
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