Las fuerzas israelíes han anunciado el desmantelamiento de una instalación subterránea en Siria, supuestamente financiada por Irán, para la producción de misiles y cohetes, en una operación llevada a cabo el pasado 8 de septiembre. La misión, efectuada por más de 100 soldados de la Unidad Shaldag, tuvo lugar en Masyaf, cerca de la frontera con Líbano, y se desarrolló sin bajas, según informó Nadav Shoshani, portavoz del ejército israelí. La inteligencia de Israel había estado monitorizando la instalación durante años, debido a que representaba una amenaza directa, dado el suministro de misiles que proporcionaba a Hezbolá. Además de destruir el complejo, las fuerzas israelíes accedieron a maquinaria crucial para la fabricación de misiles de precisión y documentos de inteligencia. El portavoz subrayó que se intenta evitar el rearme de Hezbolá, aunque reconoció la persistente capacidad de Irán para desarrollar armamento. Respecto al alto el fuego vigente en Líbano desde noviembre pasado, las tropas israelíes se retirarán gradualmente, esperando que el ejército libanés asuma el control del sur del país conforme al acuerdo establecido.
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