En un clima de creciente tensión, varios jugadores veteranos del Rayo Vallecano se reunieron con el presidente Raúl Martín Presa para expresar su malestar por problemas críticos que afectan al equipo. Entre las preocupaciones discutidas se incluyen dificultades en los desplazamientos a los entrenamientos, condiciones de viaje inadecuadas y retrasos en el pago de nóminas. Estos problemas han comenzado a repercutir significativamente en el rendimiento del equipo, que actualmente compite en la Conference League.
La plantilla, liderada por Iñigo Pérez, se ha visto obligada a entrenar en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas debido al mal estado del césped en la Ciudad Deportiva, deteriorado por un hongo y el desgaste tras el partido contra el FC Barcelona. Con partidos importantes en casa contra el Celta este domingo y el Sevilla próximamente, el club enfrenta una situación complicada. Los problemas institucionales se hacen más evidentes, afectando tanto al rendimiento del equipo como a la experiencia de los aficionados.
La crisis del Rayo Vallecano se manifiesta además en un estadio cuyas condiciones preocupan y que podría poner en riesgo su participación en la Conference League. El césped inadecuado ha impactado incluso en los partidos del filial, que carecen de servicios básicos de emergencia. Para el próximo encuentro contra el Celta a las 14:00, no habrá hinchada visitante, limitando así los ingresos del club. La situación requiere atención inmediata, ya que afecta a jugadores y seguidores que desean disfrutar del equipo en casa.
Una de las mayores incertidumbres en Vallecas es la posibilidad de disputar la fase regular de la Conference League en su propio estadio. Aunque la UEFA permitió al club jugar el playoff, las próximas rondas exigen cumplir con requisitos más estrictos. A pesar de que el aforo es adecuado, las dimensiones del terreno de juego son problemáticas, lo que obliga al Rayo a considerar la búsqueda de un estadio alternativo. Se evaluarán opciones como el Butarque o El Coliseum, aunque esta medida podría desagradar tanto a la afición como al equipo.
